4 consejos de ciberseguridad empresarial para la protección de activos digitales

La progresiva dependencia de plataformas digitales así como la alta movilidad social ha expuesto tanto a organizaciones como a sus colaboradores a una mayor vulnerabilidad frente a ciberamenazas. De la mano de esta dependencia, también han incrementado los ciberataques dirigidos contra información sensible e infraestructuras digitales.

Para contrarrestar estas amenazas, la empresa A3Sec compartió 4 consejos que permiten apoyar la protección de activos digitales.

  1. Desarrollar un acceso remoto seguro

    El incremento del trabajo remoto y el uso de dispositivos personales para acceder a recursos corporativos amplían significativamente las posibilidades de un ciberataque, ya que los colaboradores suelen conectarse desde redes menos seguras, como redes públicas o domésticas sin las debidas protecciones.

    Para mitigar los riesgos que conlleva el trabajo remoto y la conexión a redes menos seguras desde dispositivos personales, es fundamental implementar controles de acceso robustos y multifacéticos que van desde Redes Privadas Virtuales (VPN) para cifrar la comunicación entre el dispositivo remoto y la red corporativa, asegurando la confidencialidad e integridad de los datos transmitidos. También es importante habilitar Autenticación Multifactor (MFA), la cual añade capas adicionales de seguridad más allá de la contraseña a las conexiones remotas, reduciendo significativamente el riesgo de accesos no autorizados.

    Como parte de un desarrollo de acceso remoto seguro es necesaria la alfabetización digital sobre ciberseguridad, es decir capacitar al personal sobre el uso de la tecnología de forma efectiva y segura para proteger los activos de la organización.

  2. Alfabetización digital sobre ciberseguridad

    Los colaboradores deben recibir formación periódica sobre prácticas seguras de acceso remoto, uso correcto de VPN y MFA, así como concienciación sobre riesgos como phishing y robo de identidad, que son vectores comunes de ataque en entornos remotos. La alfabetización digital debe incluir conocimientos básicos en ciberseguridad en el entorno profesional y reforzarse con una capacitación continua y accesible para todos los usuarios.

    Esta alfabetización debe incluir la promoción de prácticas cotidianas de ciberhigiene, como el uso de contraseñas robustas, actualizaciones de software y una actitud crítica de precaución ante correos o enlaces sospechosos.

    A3Sec realizó un seguimiento durante cuatro meses a 4,431 colaboradores con correo empresarial abierto y concluyó que los usuarios con menor movilidad son más vulnerables a ataques de phishing, posiblemente debido a su rutina monótona, lo que los lleva a navegar más en internet y dejar más rastros en la red.

  3. Ciberseguridad organizacional

    Es imprescindible definir y comunicar claramente las políticas de uso de dispositivos personales, así como los equipos asignados, incluyendo requisitos mínimos de seguridad como cifrado de disco, uso de contraseñas fuertes y actualizaciones automáticas de software.

    La adopción de soluciones de seguridad y el uso de inteligencia de amenazas permiten anticipar y neutralizar ataques sofisticados, como los impulsados por inteligencia artificial. El objetivo principal de los equipos de seguridad es responder lo antes posible a cualquier amenaza digital antes de que un ataque alcance la etapa que implique la interrupción del servicio o el robo de datos.

    En este sentido, las evaluaciones periódicas de vulnerabilidad son imprescindibles para detectar y corregir fallas en sistemas y redes; así como contar con planes de respuesta a incidentes bien definidos que permitan reducir significativamente el tiempo de contención ante una brecha de seguridad.

  4. Monitoreo y auditorías

Implementar sistemas de monitoreo continuo para detectar accesos anómalos o sospechosos en tiempo real, con alertas automatizadas para una respuesta rápida ante incidentes.

Una estrategia de monitoreo implica implementar soluciones de administración de dispositivos móviles que permitan controlar, monitorear y aplicar políticas de seguridad en los dispositivos que acceden a la red corporativa. Esto incluye la capacidad de borrar remotamente datos en caso de pérdida o robo, y asegurar que solo dispositivos autorizados y actualizados puedan conectarse.

La incorporación de IA en la monitorización permite analizar grandes volúmenes de datos, detectar anomalías y responder automáticamente a amenazas emergentes, mejorando la efectividad y rapidez en la defensa contra ataques sofisticados.

Realizar ejercicios periódicos de simulación de ataques y pruebas de penetración para evaluar la eficacia de los controles y preparar a los equipos para incidentes reales. Al mismo tiempo, segmentar y controlar el acceso a recursos sensibles mediante segmentación de red y aplicación del principio de mínimos privilegios, permite reducir la exposición de datos críticos.

Estas áreas clave, combinadas con una cultura organizacional de ciberseguridad robusta y un compromiso continuo con la actualización tecnológica y la formación, constituyen la base para enfrentar los desafíos actuales y futuros en ciberseguridad. Adoptar un enfoque proactivo, permitirá a las organizaciones proteger eficazmente sus datos y operaciones en un entorno digital cada vez más complejo y dinámico.

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4 consejos de ciberseguridad empresarial para la protección de activos digitales

La alta movilidad actual de usuarios, datos e infraestructuras plantea nuevos retos en la protección de activos digitales. Factores como el trabajo remoto, la adopción masiva de dispositivos móviles, el uso intensivo de redes públicas y el acceso descentralizado a sistemas críticos han aumentado ampliamente la superficie de ataque para los ciberdelincuentes.